Según los especialistas, esta técnica acompaña cada vez más el desarrollo de planteos ganaderos intensivos en carne y leche
Con la ganadería de carne y leche desarrollando planteos mucho más intensivos, la disponibilidad de abundante alimento ocupa un lugar central en esa estrategia. Y no es para menos: hoy, según distintas estimaciones privadas, en la Argentina se pican 400.000 hectáreas, entre maíz y sorgo (este último cultivo ocupa un 7 por ciento del total). No obstante, otras proyecciones también hablan de una cifra de hasta 800.000 hectáreas de picado.
Alejandro Fitte, contratista, y Guillermo Piñeiro, Product Manager-Conservación de forrajes de Becker Underwood, describieron a LA NACION la situación actual del picado y el ensilado en el país y comentaron qué está sucediendo con la temporada en marcha. Ya el año pasado, entre septiembre y octubre, hubo un aumento del picado de pasturas, verdeos, trigos y cebadas afectados por las heladas, según comentó Piñeiro. Ahora está en juego el maíz.
"Este año se ha comenzado a picar entre fines de diciembre y primeros días de enero principalmente en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, cuando habitualmente se comienza a partir del 10-15 de enero. Se estima que se han picado unas 150.000 hectáreas, fundamentalmente debido a la sequía que afectó a esas provincias. Debido a estas irregularidades climáticas se está concentrando más de lo habitual el área picada en febrero. En las áreas afectadas se han sembrado maíces de segunda para alcanzar el volumen esperado de reservas. Estos silajes se confeccionarán a partir de abril", comentó Piñeiro.
Los rindes han pasado de 35 a 37 toneladas de materia verde por ha entre 2004 y 2006, "pero este año, en particular en las zonas afectadas por la sequía, se observan rindes menores, de 24 a 28 t de materia verde". "La sequía influyó en el adelanto en el momento del picado de los maíces", añadió Piñeiro.
Con todo, según el especialista, se espera un incremento en la superficie por ensilar.
Para Fitte, en tanto, las bajas temperaturas cercanas a las fechas de siembra y las heladas de noviembre han ocasionado un atraso de entre 10 y 15 días en la campaña.
"El panorama es plantas que se secan en lo verde y un grano que no termina de llenarse; los rindes sufrirán un 30% (de caída) respecto de 2007 en la zona seca. Es por eso que muchos harán más hectáreas", afirmó.
Según los especialistas, este año el servicio de picado que prestan los contratistas ha aumentado en torno de un 20% respecto de la campaña pasada. En la página de Internet de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (www.ensiladores.com.ar) se pueden ver valores de referencia. "Los precios de este año acompañan la verdadera inflación que hay fuera de la Capital Federal, casi un 20% más. Igual, el precio dependerá del cultivo, el rendimiento y la distancia del ensilado", subrayó Fitte.
Más picado
En líneas generales, según coinciden los expertos, el silaje sigue creciendo. Fitte destaca que eso se da más allá de las medidas del Gobierno en carne y leche. "Cada vez hay más personas con capacidad de decisión profesional que ven las ventajas que ofrece el servicio de reservas forrajeras antes las cambiantes situaciones argentinas, sean de índole climática, por el avance de la agricultura, por los manejos políticos y, sobre todo, por la utilidad del picado como base equilibrada y de estabilidad en la dieta", sostuvo el contratista.
"El sector lechero es silodependiente desde hace mucho, pero la gente de la carne que tiene necesidades de optimizar sus números y escaparle a los problemas de la seca se está volcando cada vez más hacia este sistema", agregó.
Piñeiro describió un panorama alentador para esta actividad. "El escenario actual es muy interesante, ya que la gran mayoría de los productores tamberos y ganaderos está intensificando sus producciones, con lo cual los forrajes conservados juegan un rol de importancia preponderante", opinó. De igual modo, hay cultivos que están ganando más protagonismo, como ocurre con el caso del sorgo.
Por Fernando Bertello
De la Redacción de LA NACION
Los puntos clave del ensilado
Hay una serie de decisiones que el productor puede tomar para lograr un correcto ensilado. El especialista Guillermo Piñeiro enumeró los siguientes puntos:
- Momento de picado: es de suma importancia que el productor se ponga en contacto con su contratista para coordinar el momento óptimo de picado, "½ de línea de leche (en maíz)". Este punto puede variar en función de la dieta programada.
- Altura de corte: es importante dejar en el lote la fracción de la planta de maíz o sorgo, tallo y hojas, menos digestible. Es recomendable cortar a 30 centímetros o más. De esta manera se aumentará la relación de espiga en la masa ensilada.
- Tamaño de picado: para tener un funcionamiento ruminal adecuado se debe tener, por lo menos, el 50% del picado entre 0,8 y 2 centímetros.
- Partición del grano: según dice el técnico en un manual de ensilados, el elemento adecuado para partir el grano de maíz es el partidor de granos ("Corn Craker") y no la reducción del tamaño picado. En este caso, es de suma importancia que el grano esté al menos lastimado o aplastado, ya que, de lo contrario, estos granos aparecerán enteros en la heces de los animales, perdiéndose el almidón contenido. El uso del "Corn Craker" eleva el costo un 15%, aproximadamente.
- Dimensionamiento del silo: Si se hace silos puentes es necesario dimensionarlos en función del rodeo promedio para extraer diariamente una cara de por lo menos 20 centímetros de profundidad para evitar pérdidas por posfermentación.
- Tapado de silos puente o bunker: "el tapado de los ensilados es un hecho que no se debería discutir, ya que las pérdidas justifican la inversión en mantas y neumáticos en desuso".
- Uso de inoculantes: consisten en bacterias productoras de ácido láctico y enzimas. Es una tecnología que se ha incorporado en forma masiva en ensilados de verdeos de invierno y soja, debido al elevado contenido de proteína de estos cultivos. Se está usando también en maíz y sorgo con el objetivo de lograr silajes correctamente conservados.
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